Una de las cosas más universales, según el humorista Coco Legrand, es el derecho a la entretención y sobre esta base uno puede ampliar el abanico a muchas áreas. Más aún cuando tu vida estuvo llena de aprehensiones y de censura como ocurrió en nuestro país en el periodo de la dictadura. Pero nunca pensamos que una vez en democracia se nos daría el mismo inconveniente de la censura y esta vez con una banda que con mucho esfuerzo de distintas productoras llegó a agendar una fecha en nuestro país. Hablamos de Iron Maiden, la banda que venía con el carismático frontman Bruce Dickinson traía en el año 1992 la gira por su disco "Fear of the Dark" a Sudamérica y que muchos amantes del rock estaban esperando con ansias pero que, por extrañas mufas del destino, se vio imposibilitada de entrar a Chile por una impuesta "influencia satánica".
Hagamos un poco de historia.