sábado, 9 de noviembre de 2013

Blur, el último boxeador.


Muchos de los que leen este blog nunca pensaron que en los años 90, en pleno auge del fenómeno BritPop, hubo una contienda de aquellas donde la rudeza de las guitarras y de los ritmos junto con el contraste de las voces eran la tónica. Parecería que fuera imposible las peleas entre dos bandas del mismo país pero no. Aquí se contrastaba la rudeza de Manchester, con la fineza de creatividad de Londres; era la pelea entre los obreros contra los más administrativos, cual de los dos hablaba el inglés más sucio y para muchos fanáticos, cual de los dos era el reemplazante natural de The Beatles y The Rolling Stones con toda su historia músical, de drogas, alcohol y mujeres. Todo nació porque, el mismo día, Oasis lanza "Roll With It" y Blur lanza "Country House" y desde ahí la prensa nacionalista junto con las informaciones extranjeras y las futuras elecciones de primer ministro, llenaban con especulaciones, ventas y peleas de bar esta rivalidad. 


Uno de los luchadores se había ya presentado en Chile el año 1998 con la promoción del disco "Be Here Now", para después volver el 2006 y el 2009 previa a su separación definitiva. Pero Blur, el último contendiente de esta pelea a 12 rounds, no lo había hecho. Se presentaron en Sudamérica en una gira en 1999 pasando inclusive por Argentina pero por Chile ni luces (ni ánimos) y con ello, muchos fanáticos de Damon Albarn quedaron con las ganas de corear sus temas. 

Todo finalizó este año con su presentación el ya pasado 7 de Noviembre donde en poco más de una hora y media dieron rienda suelta a sus más grandes éxitos (faltó "Charmless Man" sin duda). Aquí uno puede darse cuenta que este grupo una vez disuelto entre comillas el año 2003 para dar rienda suelta a proyectos paralelos sigue con la misma fuerza de antes, la que pudimos apreciar por ejemplo en sus conciertos a través de internet y el lujo de verlos el año 2012 para el cierre de los Juegos Olímpicos hechos en Londres y era que no, si son los hijos pródigos de la capital británica. Graham Coxon, un guitarrista pródigo sin nada que envidiar a Noel Gallagher gracias a la pasión que imprime tanto verlo en vivo como haciendo hablar a la guitarra y sus múltiples efectos junto con los acompañamientos corales y también cantando "Coffee and Tv", además de un Alex James de muy bajo perfil pero efectivo y concentrado, además de Dave Rowntree, baterista muy compenetrado con la presentación. Los bronces y los coristas también fueron un gran respaldo donde te das cuenta que tanto Albarn como Coxon poseen las mismas ideas innovadoras y el mismo pensamiento para esta banda. El frontman es un caso aparte: partiendo antes del show pidiendo la liberación de los activistas de Greenpeace en Rusia por la defensa del ártico, lanzando agua al público en una especie de "bendición", cantando junto al público "Country House" (gafas de sol en el intertanto pasadas por un fanático del público) y saltando a más no poder con "Girls and Boys", "Parklife" y "Song two". La solemnidad de los temas más lentos como "The Universal" o "She's So High" hizo muchas veces la pausa necesaria donde los chicos se sintieron agradecidos siempre de la fidelidad del público, uno que los estuvo esperando por mucho tiempo y que tenían esa espina clavada en el corazón y que solo era mitigada con las aspirinas y paracetamoles transformadas en fiestas temáticas en distintas discotheques con especiales en su nombre. A mi parecer, este último boxeador sabía de antemano que en muchas partes donde no se presentaron, o bien donde antes se habían presentado, la gratitud es la misma. No me extrañaría que en un futuro no muy lejano, dependiendo del genio de los dos genios de la banda, se pudieran nuevamente presentar aquí y así revivir cientos de miles de veces en la cabeza de muchos, esa pelea eterna de quien es quien en la música británica de los años 90. 

La pelea de estos dos boxeadores, viejos y conocidos en sus golpes y estudiados en sus defensas, para mi queda en un empate técnico. Aquí no tiene que ver el número de presentaciones, o el número de las ventas de sus discos; aquí hablamos de dos íconos  que en calidad son iguales, que en innovación lo son también y que, a pesar de sus divisiones tan comentadas, el alcohol, las drogas y las agotadoras giras siguen siendo y sonando tan efectivos, sin más arreglos, sin más tonos, sin más efectos o más influencias que a lo largo de sus carreras solistas pudieron haber adquirido. 

Blur saldó su deuda con Chile, los fanáticos de esta tendencia tienen la última palabra para decir quien es quien en esta manoseada ya "Batalla del BritPop".


KFP

No hay comentarios.:

Publicar un comentario